Trastornos mentales

Cinco diferencias entre fobia y miedo

Fobia y miedo

Es común confundir la fobia y el miedo. Aunque parecen algo similar, realmente tienen menos cosas en común. Te contamos algunas de las principales.

Miedo y naturaleza

El miedo es algo natural en el ser humano. El miedo es una emoción que nos ayuda en nuestra vida personal para saber qué hacer en situaciones que representan peligro. La especie humana, pero también otros animales, han desarrollado esta facultad como mecanismo de defensa ante la hostilidad y como medio de protección y alerta para saber cuándo huir o alejarse de una situación donde sus vidas puedan estar en riesgo.

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Sin embargo, es posible que, ante una situación peligrosa, nuestra respuesta sea extrema o desaforada. Cuando esto ocurre es cuando podemos hablar de “fobia”.

La fobia y el miedo suelen confundirse, pero son dos cosas radicalmente distintas. El miedo es una emoción que se expresa al estar expuesto a un evento o situación amenazante que pueda conllevar un peligro real, y sirve, como se mencionó, para proteger al individuo ante dicha amenaza. La fobia, por el contrario, es una conducta exacerbada ante algo que no representa un peligro real y, muchas veces, en lugar de ayudar, va en detrimento del bienestar propio.

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Fobia vs. miedo

A continuación te presentamos algunas diferencias claves entre una y otro:

  1. Fisiología: el miedo leve o fuerte manifiesta signos fisiológicos como temblores, sudoración, aceleración del ritmo cardiaco y otro. Estos mismos signos ocurren en las fobias pero de manera extrema, llegando a causar gran afectación a nivel corporal, cefalea intensa, mareos, vómitos, desmayos, entre otros. 
     
  2. Manejo de la reacción: ante un miedo, el ser humano reacciona con una tendencia a la supervivencia natural, por lo tanto, generalmente puede responder de manera rápida ante la situación para garantizar su bienestar. Por lo general, salvo que exista alguna patología psicológica, las personas tienen control sobre sus emociones, incluido el miedo. En el caso de la fobia no es así. Durante un episodio fóbico, existe una gran incapacidad para el control y la intensidad de la reacción impide el raciocinio que sí se da, en mayor o menor medida, durante el miedo.
     
  3. Desproporción: en la fobia, contrario a lo que ocurre en el caso de un miedo o temor normal, la respuesta que se presenta es radicalmente desproporcionada. Aunque todos tememos a algo, la persona que padece una fobia es completamente incapaz de moderar la reacción ante aquello que la ocasiona aunque no represente ningún peligro real para su vida o integridad.
     
  4. Temor al temor: una de las mayores distinciones entre miedo natural o normal y la fobia es que el miedo se origina ante una situación que pueda representar peligro, mientras que la fobia, además de presentarse cuando se interactúa con aquello que la produce, también puede ocasionar reacciones fuertes al recordar aquello que causa la fobia. Es decir, el recuerdo de la fobia causa también alteraciones emocionales.
     
  5. Patología ansiosa: la fobia a diferencia del miedo normal, se considera una forma de patología asociada con la ansiedad. El componente de evaluación de la realidad pesa poco en la fobia, mientras que sí tiene un peso totalmente relevante en el miedo.

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