¿Cómo superar las secuelas emocionales que deja el covid-19?

“Según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud, se espera un aumento importante de las patologías mentales, lo que se ha definido como una “futura pandemia mental”. Ya se ha constatado un incremento de las patologías mentales, probablemente debido a la repercusión tanto cerebral como psiquiátrica de la infección. Pero también se ha empezado a observar el llamado síndrome post-Covid, no como un efecto directo del virus sino debido a la aparición de un cuadro de apatía, la falta de voluntad o de energía para hacer algo o para moverse y la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades en pacientes que interiorizan de forma negativa la infección”, expresó Salvador Mut Ronda, director de la Maestría Oficial en Bioética de la Universidad Internacional de Valencia y profesor de farmacología y Patología médica, en entrevista con la Revista Cromos.

Testimonios que relatan delirio, un síntoma normal para un paciente intubado; miedo y angustia a un nuevo contagio, fallas en la memoria, culpabilidad por llevar el contagio a casa, entre otras, en pacientes que se recuperaron del covid-19 son el reflejo de que la inflamación causada por el virus puede tener un papel importante en la salud mental. 

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Así lo asegura un estudio llevado a cabo en el Hospital San Rafael de Milán por investigadores italianos y publicado en la revista Brain, Behavior and Immunity. Hicieron un seguimiento a 402 adultos (265 hombres y 137 mujeres) que habían estado atendidos en el hospital a causa del Covid-19 (300 fueron hospitalizados por una neumonía grave y 102 tratados en su domicilio).

A través de entrevistas clínicas y cuestionarios de autoevaluación se observó que: el 56% de los pacientes a los que se realizó seguimiento presentaba al menos una secuela psicológica considerable, que estaba relacionada con la gravedad de la inflamación que habían tenido durante la infección por el virus del Covid-19.

• El 28% sufrían trastorno de estrés postraumático (TEPT). 
• El 31% tenía depresión. 
• El 42% presentaba ansiedad. 
• El 40% tenía insomnio. 
• El 20% mostraba síntomas de trastorno obsesivo-compulsivo. 

Otra de las observaciones del estudio fue que las mujeres tendían a sufrir más depresión y ansiedad. Esto podría ser debido, apuntan los autores, a que el sistema inmune de las mujeres funciona de forma diferente al de los hombres respecto a sus componentes innatos y adaptativos. 

También que en las personas que antes de la infección por el virus ya se les había diagnosticado una enfermedad psiquiátrica, el impacto psicológico fue también mayor.

“Los coronavirus podrían inducir secuelas psicopatológicas a través de una infección viral directa del sistema nervioso central (SNC) o indirectamente a través de una respuesta inmune”, señalan los autores.

Otro estudio, esta vez de investigadores del Hospital Universitario de Zurich (Suiza), “Endothelial cell infection and endotheliitis in COVID-19”, publicado en la revista médica The Lancet, sostiene que la enfermedad del COVID-19 actúa como una inflamación sistemática de los vasos sanguíneos en múltiples órganos y que las complicaciones cardiovasculares están emergiendo rápidamente como una amenaza clave en la enfermedad, además de las complicaciones respiratorias.

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“La afectación mental es uno de los síntomas más reportados en la literatura médica. Más allá de una afectación hecha por el virus propiamente, debemos recordar que todos los seres humanos tenemos mecanismos de ajustes frente a las circunstancias de la vida, pero cuando alguien enferma por Covid-19 también se llenará de temor, se tendrá que aislar y afrontarlo solo. Esta es una enfermedad que impacta fuertemente lo emocional y sobrepasa, en muchos casos, los mecanismos compensatorios que el cuerpo tiene”, expuso en Contacto Directo, la doctora Milena García, internista y neumóloga del Hospital San Ignacio y docente de la Pontificia Universidad Javeriana.

Los síntomas psicológicos más habituales en el proceso de recuperación del Covid después de un episodio grave son los siguientes:

• Ansiedad.
• Estado de ánimo bajo.
• Miedo a padecer una enfermedad grave o caer en conductas de hipervigilancia respecto a la aparición de síntomas corporales.
• Pesadillas.
• Alteraciones del funcionamiento de la memoria.
• Efectos sobre la atención, velocidad del procesamiento mental y la función ejecutiva.
• Miedo al estigma o a contaminar a los demás.

Si hubo hospitalización, según algunas de las conclusiones de una revisión sistemática la revista The Lancet Psyquiatry, se añaden otros factores de riesgo de los datos recogidos de un total de 3.559 pacientes: 

• 1 de cada 3 pacientes presenta trastornos de depresión y ansiedad
• La confusión o delirio está presente en una cuarta parte de los pacientes ingresados (27,9%)
• Los estados alterados de conciencia en el (20,7%) de los contagiados, lo que puede explicarse por la reducción del oxígeno que llega al cerebro o por los efectos de la fiebre
• Problemas atención y concentración (38,2%)
• Problemas de memoria (34,1% de los casos)

En relación con los trastornos mentales durante la fase aguda de la enfermedad, los síntomas más frecuentes en los pacientes hospitalizados incluyen:

• Trastornos depresivos (32,6%),
• Ansiedad (35,7%)
• Problemas de insomnio (41,9%).
• Labilidad emocional (29,4%)
• Irritabilidad (4,9%)
• Conductas agresivas (7,4%)

Asimismo, algunos estudios también informan de la presencia de conductas suicidas en un 2% de los pacientes ingresados.

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"Si además la persona ha pasado por una estancia en la UCI cabe la posibilidad de desarrollar graves cicatrices físicas y emocionales. Ya en el año 2012 se reconoció el “Síndrome post-UCI” que afecta a entre el 30% y el 50% de los supervivientes. Es verdad, que se lucha porque las secuelas sean las mínimas posibles, pero después del “destete” de los respiradores pueden aparecer un elenco de dolencias que engloban: ansiedad, depresión, alucinaciones, terrores nocturnos, inmovilidad, pérdida de masa muscular y de fuerza, etc. También debemos tener muy presentes la huella de los estresores contextuales, mencionados más arriba y que añaden sufrimiento a la experiencia", expresa Raquel Tomé López, psicóloga General Sanitaria y Psicoterapeuta en El Confidencial.

¿Cómo manejarlo?

Tomé resalta que "para mitigar el miedo y la angustia resultará vital hablar y ayudar a comprender los síntomas tanto físicos como psicológicos, por ejemplo, si ha sufrido inquietantes alucinaciones, perturbadores delirios, dificultades de memoria, etc. Hay que ofrecer una explicación clara sobre la causa de los mismos, qué se recomienda para paliarlos o manejarlos mejor y también conocer qué tipo de síntomas pueden aparecer más adelante o qué diferentes escenarios podrían ocurrir y cómo actuar. Se hablará del tratamiento y de aquellas pautas de rehabilitación que deberá seguir la persona para mejorar su condición física y mental".

También resalta que la intervención psicológica es importante porque evita cronificar miedos, ayuda a superar los traumas y a retomar gradualmente la vida y la actividad evitando los ciclos de hiperactividad/hipoactividad. Así como contar con el apoyo de familiares, amigos y pareja: "después de una experiencia como la del Covid muchas familias pueden experimentar dificultades psicológicas y es importante detectar su angustia y ayudarles con ella. En ocasiones, mantienen ideas preconcebidas sobre cómo se dará el proceso de recuperación de su familiar o manejan expectativas inadecuadas sobre la enfermedad. Por eso, deben contar con espacios de comunicación para abordar estos aspectos, hablar de sus dudas e inquietudes, de lo que no comprenden o les preocupa, manejar los tiempos adecuados y necesarios porque ellos son un pilar fundamental en el esperanzado proceso de la recuperación, una base sólida y fuerte sobre la que podrán ofrecer a su ser querido el sostén, la comprensión amorosa y la ayuda adecuada que tanto necesita".

Si tú o alguien cercano a ti está pasando por alguna secuela emocional del covid-19 y necesitan hablar con alguien en Porque quiero estar bien hay un equipo de expertos dispuesto a escucharte y ayudarte. Llámanos o escríbenos al 333 033 3126. Conozco los canales de atención gratuita de Porque Quiero Estar Bien