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¿Cómo se siente una persona con el corazón roto?

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Juan Felipe Zamora
Juan Felipe Zamora

Psicólogo clínico

¿Realmente se rompe el corazón? ¿qué pasa en el cerebro en una ruptura amorosa? ¿cómo manejar esta situación? Un experto responde.

¿Qué pasa en nuestro cuerpo y mente cuando atravesamos una ruptura de pareja?

Cuando se crea un vínculo afectivo, hay dos cosas primordiales que debemos mencionar. El primero, es una hormona importante conocida como la oxitocina, vital en el establecimiento de un vínculo afectivo, el segundo elemento es el llamado sistema de recompensa dopaminérgico, básicamente, es esa parte del cerebro que se relaciona con la búsqueda de elementos placenteros y motivadores. Los besos, los mensajes lindos, las caricias, los regalos, tener sexo, todo esto tiene que ver con estos dos elementos. 

Cuando por algún motivo la otra persona no está, entramos en un estado de alerta. Algo pasó, el otro no está disponible y se activa la alarma en nuestro cuerpo, esta nos moviliza a buscar dónde está y a llamar de nuevo su atención. Esto lo vemos en las relaciones cuando la otra persona no contesta los mensajes, cuando no llega a una cita a tiempo, cuando vemos que comparte más con otra persona que con nosotros mismos, y es ahí que se enciende el bombillito rojo que nos indica que debemos hacer algo.

Este bombillo involucra dos hormonas, la adrenalina y el cortisol (encargadas de que tu corazón lata más rápido, al igual que la respiración; ocasiona temblores, dolor de estómago, todo eso que podemos llamar ansiedad o estrés). No todos lo vivimos igual, pero creo que en este punto nos podemos familiarizar con este escenario.

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Ahora bien, cuando la situación es una ruptura de pareja, en donde muy probablemente no volvamos a compartir con esta persona, el bombillito rojo se activa, y sentimos que no hay forma en la que se pueda apagar, pero no todo está perdido, poco a poco, el cerebro puede cambiar y adaptarse al hecho de que esta persona no va a estar más, incluso, puede adaptarse a crear otro vinculo (simplemente enamorarnos de nuevo y comenzar con otra persona). 

A nivel psicológico es común que vengan a nosotros pensamientos recurrentes de esa persona, de las cosas que compartimos, de las dificultades que hubo, ¡pareciera incluso que todo nos lo recuerda! Una canción, un aroma, una palabra. Como dice Karol G: “pero si le ponen la canción, le da una depresión”. Es algo natural, eso pasa cuando compartimos tiempo valioso con alguien (también con nuestros amigos o familiares) pues el trabajo de nuestra mente es crear asociaciones, como una especie de máquina que dispara pegante a diestra y siniestra, a veces incluso no somos conscientes de que hemos asociado muchas cosas con esa persona. Por ejemplo, puede pasar que nuestra mente asocie “estabilidad” y “tener futuro” con nuestra pareja, si pasamos por una ruptura perdemos la estabilidad y el futuro, y nuestra mente puede interpretar que esas palabras ya no aplican para nosotros ni lo volverán a hacer nunca jamás, tal vez te haya pasado, y no es sencillo de afrontarlo, muchas personas pasan por esto, más adelante lo retomaremos. 

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¿Literalmente nuestro corazón se rompe? 

Como mencionamos arriba, está la bombilla de alerta encendida. Esa es la clave para entender por qué sentimos lo que sentimos, ya mencionamos las sensaciones que acompañan la señal de alarma, ahora bien, al tratarse de un estado prolongado, pareciera que algo se está rompiendo, así se siente.

En realidad, es que el corazón no se está rompiendo en un sentido literal: no se está desgarrando, no se está estallando, solo está trabajando mucho más rápido de lo normal. Es un sentido metafórico en el que usamos esta expresión “se me rompió el corazón”, incluso hay una condición que se conoce como el 'síndrome del corazón roto', que se desencadena al vivir situaciones estresantes o emociones muy intensas, como terminar una relación, y aunque su uso no se restringe únicamente a esto, se puede hablar de esta condición con muchos otros tipos de eventos estresantes.  

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¿Se puede morir de amor?

¿Qué entendemos por morir de amor?... ¿sufrir un ataque cardiaco por enterarnos de una infidelidad? ¿Dar la vida y todo lo que tenemos y somos por el otro así cueste lo que cueste? ¿Qué una persona pueda ejercer violencias en la relación sentimental? Depende desde donde se vea. La respuesta de estrés elevada puede provocar dificultades a nivel cardiaco, pero, es una cuestión de probabilidades.

Darlo todo por el otro, o dicho de otra manera, no establecer un límite entre mis necesidades y las necesidades del otro puede ocasionar diversas dificultades en la pareja, en nuestra salud mental y física. Ignorar nuestras necesidades por el bienestar del otro no es la mejor alternativa, una relación sana en la que ambos se desarrollan como personas requiere que las necesidades de ambos sean atendidas. Claro, habrá momentos en los que una parte tal vez no pueda satisfacer las necesidades del otro, sí, a todos nos pasa, pero si esto es el común denominador en la pareja, bueno, no te sorprendas cuando comiencen las dificultades.

Cómo pueden influirnos las relaciones familiares tóxicas

Según datos recogidos por la Fundación Ideas para la Paz en el 2015, en Colombia se registraron 47.248 casos de violencia de pareja durante el año 2015, siendo las mujeres la población más afectada por este tipo de violencia (86,66% de los casos totales). Sí, puede presentarse violencia al interior de una pareja, y si, puede haber un desenlace fatal

¿Cómo sobrevivir una ruptura de pareja?

Hay que entender que van a aparecer muchas sensaciones incómodas. Todo esto es natural, dadas las circunstancias, no hay nada de malo contigo, hace parte de la respuesta de los seres humanos a un evento tan estresante y difícil de afrontar. Los psicólogos llamamos a este tipo de situaciones como 'duelo', en este caso, duelo por pérdida de pareja.

Algo que solemos pensar de estas sensaciones de malestar es que a toda costa debemos evitarlas. “Hay que pensar siempre en positivo”, “no hay que dejarse afectar”, “hay que ser fuertes”, “no hay que llorar por eso” son frases que seguramente nos habrán dicho, o que incluso nosotros le hemos dicho a otros en este tipo de situaciones, la verdad es que no hay nada de malo con experimentar esos momentos, con sentirnos abatidos, con llorar, con que nos duela, ¡claro que duele! Si te golpeas un dedo por error seguramente va a doler, acá es lo mismo. Aceptar que estas sensaciones son parte de una ruptura, y que es natural sentirnos abatidos es el primer paso en este proceso de adaptación a una nueva etapa en la vida sin esta persona.

El duelo es como ser un equilibrista que está pasando entre dos edificios, y lleva una vara para ayudarse a hacerlo. Por un lado, está todo aquello que nos recuerda la pérdida y por el otro lado está todo lo que no, todas las actividades o emociones que no se relacionan con ello, y que nos pueden hacer sentir muy bien. Pasar el duelo requiere equilibrar ambas cosas, permitirnos a nosotros mismos experimentar esas sensaciones poco agradables y también no olvidarnos de realizar actividades que nos hacen sentir bien, valiosos y cómodos. Si nos centramos únicamente en una parte de la vara, no vamos a poder atravesar esta cuerda y probablemente nos vamos a caer.

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