Conductas de un adolescente que se afectó por la pandemia

Redactor
Aprender a sobrellevar la convivencia con todos los integrantes de tu familia es vital para promover la empatía y fortalecer los lazos.
Para nadie ha sido fácil sobrellevar este confinamiento. Todos han sacrificado algo en su estilo de vida para prevenir el contagio: reuniones con amigos, practicar algún deporte, las fiestas, los viajes, salir a comer, verse con todos los familiares, entre otras cosas, y eso ha implicado que se presenten una serie de altibajos en la convivencia entre los integrantes de la familia. Te invitamos a leer: Conozco el impacto del confinamiento por el COVID-19 en los niños
Lograr entender al otro es uno de los grandes retos, y en esta ocasión nos centraremos de los adolescentes, quienes en esos días de cambios de humor, actitudes y autodescubrimiento tienen órdenes puntuales de sus papás pidiendo que no duerman tanto, arreglen su cuarto o dejen de estar pegados al celular y compartan en familia, muchas veces sin ningún resultado favorable. Te puede interesar: Aprendo cómo desarrollar las habilidades sociales de mi hijo en confinamiento
De acuerdo con los que le explicó a Hola! Jordi Royo, director clínico de Amalgama 7, centro de atención terapéutica y educativa para adolescentes en España, “en muchos casos la convivencia se ha agravado. En especial, en aquellas familias donde los hijos ya mostraban anteriormente una conducta inadecuada a la hora de tratar con sus padres. Se trata de 'adolescentes disruptivos', aquellos que no participan en casa, se niegan a hacer sus tareas, a comer con los padres, etc. Y estos días se han convertido en bombas a punto de estallar”.
Amalgama 7 también informó sobre las consultas y quejas más frecuentes de los padres durante la cuarentena:
- Desmotivación a la hora de realizar las tareas del colegio.
- Escasa o nula participación a la hora de llevar a cabo las tareas en casa.
- 'Pantallismo', sobreexposición a las pantallas de celulares, tabletas, televisión y demás.
- Falta de respeto a los padres y a los hermanos.
- Tendencia a evitar los espacios comunes familiares. Optan por quedarse de forma permanente en su habitación.
- Falta de información y control de lo que hacen dentro de su habitación. Con los riesgos que ello conlleva, como, por ejemplo, que consuman contenidos inapropiados para su edad o se expongan a alguna situación en internet. Puedes leer: Aprendo algunos ‘tips’ para prevenir el ciberacoso
- Consumo de tabaco y/ o de otras sustancias tanto en su cuarto como en las áreas comunes.
- Negación a comer lo que se les ha preparado o malas contestaciones a la hora de la comida. Incluso, en ocasiones, quieren alimentarse cuando y donde les plazca.
- Desobediencia, desprecio… incluso insultos.
- Peticiones reiteradas para salir de casa, en pleno confinamiento, con la excusa de que van a ver a un amigo.
- En el caso de padres separados, se acentúan las fisuras. El hijo no quiere ir a la casa del papá que le corresponde o amenaza con marcharse. Lo que, además, puede plantear un problema legal.
Ante estas conductas la solución nunca será la violencia física, los gritos o las peleas, según expertos consultados por CNN los conflictos se deben solucionar con una negociación en la que ambas partes presenten, defiendan su posición y lleguen a un acuerdo.
Aquí es importante que el adolescente se comprometa a cumplir con sus tareas y a mejorar su conducta a cambio de poder verse con sus amigos virtualmente o físicamente con todas las medidas de bioseguridad, así sea desde el carro o la ventana, o a realizar en familia, una vez a la semana, algo que él quiera. Déjale claro que al cumplirlas demostrará que puedes confiar en él.
También motívalo a que cambie su rutina digital o de soledad por realizar una lista de cosas que le gustaría hacer o aprender y que la ejecute, incluso retándose con actividades, no peligrosas, que indiquen un esfuerzo o una pequeña hazaña.
Si definitivamente es imposible dialogar y llegar a una negociación lo recomendable es que acudas a un experto, nosotros podemos ayudarte. Llámanos al 300 912 5231 o escríbenos al Whatsapp o nuestro chat, que se encuentran en la caja que dice ‘¿No te sientes bien?’ que encuentras al costado derecho de esta página. Recuerda que nuestros servicios son gratuitos.