¿Se debe hablar con los niños sobre la muerte?
Psicóloga clínica
Afrontar este proceso en la vida de las personas no es fácil, de hecho, cada uno lo asume según su crianza, su creencia y el manejo de sus emociones. ¿Es importante hablar del tema con los niños? Una experta responde.
En la vida solo hay una cosa segura: la muerte, y a pesar de esto, es una etapa a la que aún le tenemos mucho miedo y de lo que preferimos no hablar, en especial con los niños pues tememos que sea algo que les pueda asustar, así que preferimos “ahorrarles el sufrimiento”; sin embargo, en algún momento de la vida, por la razón que sea, se encontrarán con ella, ya sea por la pérdida de una mascota o el fallecimiento de un familiar.
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Hablar del tema con ellos y enseñarles que hace parte de la naturaleza humana ayudará a que puedan manejar de mejor manera las pérdidas, gestionar sus emociones en el momento que se presente y a que, en general, la experiencia sea menos confusa.
El concepto de la muerte puede ser muy abstracto para los niños, sobre todo para los más pequeños, por esto, es mucho más aconsejable hablar con ellos, incluso antes de que se presente. Ahora que sabes que enfrentarse a ella es difícil, te dejo algunas recomendaciones que pueden ayudarte a que esa conversación sea un poco más sencilla:
- Empieza por conceptos básicos: Puedes empezar el abordaje de este tema con algunas referencias sobre los ciclos de la naturaleza, un buen ejemplo pueden ser las plantas, muéstrale que hay plantas que dan flores y enséñale cómo estas flores nacen, crecen, se ponen muy bonitas y luego, poco a poco, empiezan a marchitarse hasta que un día se secan por completo. Explícale que una vez la flor se seca desaparece y no vuelve más, que pueden llegar otras flores, pero cada una es diferente. Esto es importante para empezar a trabajar en la idea de que la muerte es algo definitivo, cosa que puede ser difícil de entender para ellos. Seis claves para corregir a los hijos de manera asertiva
- Cuando alguien fallezca, díselo a tu hijo o hija de manera directa. ¡Ojo! No nos referimos a ser crudos o poco empáticos, estamos hablando simplemente de dejar de utilizar eufemismos para referirnos a la muerte. Usar expresiones como: “se fue a un lugar mejor” pueden llegar a confundir al niño. Lo más recomendable es llevarlo a un lugar seguro, en el que se pueda sentir tranquilo, un espacio en el que tenga alguno de sus juguetes favoritos y darle la noticia. Lo más sencillo es decir algo como:
“Esta persona murió. Cuando alguien muere significa que su cuerpo ha dejado de funcionar; también significa que ya no volverá a vernos. Es normal que lo extrañes porque ya no estará acá y eso puede hacer que te sientas triste, nosotros nos sentimos tristes por esto. Es posible que nos veas llorar porque cuando las personas están tristes y extrañan a alguien que murió lloran. Aunque la muerte es normal, también es normal que nos sintamos tristes porque alguien ya no está”.
- Es posible que tu hijo tenga preguntas como: si es posible regresar después de morir o si el cuerpo se puede arreglar. Es ese caso, puedes decirle que cuando enfermamos el cuerpo se puede arreglar, pero a veces, esto no es posible y ahí es cuando las personas mueren. ¿Cómo ayudar a alguien que está pasando por un duelo?
- Si tu hijo llora o se siente preocupado dile que está bien sentirse así, valida sus emociones y permítele expresarlas. Ahora, también es normal si no llora o si no lo notas inmediatamente triste, en algunos casos ellos no terminan de comprender la muerte, así que no te preocupes si no muestra una reacción fuerte.
- Los días siguientes, intenta mantener la rutina que normalmente lleva; esto ayudará a evitar problemas de conducta que pueden presentarse a causa de la muerte como volver a chuparse el dedo o portarse de manera demasiado activa.
- Por último, puedes esperar que te siga haciendo muchas preguntas y esto es normal. Respóndele todas las veces que sea necesario con mucho cariño, asertividad y de la manera más paciente.
Con el paso de tiempo, los niños comprenden mejor el concepto, la clave es siempre estar abiertos a hablar del tema de manera directa y tranquila. Esto hará que afrontar la muerte sea más sencillo en la niñez y más adelante, cuando crezca.