Terminé con mi pareja, ¿ahora qué hago?
Psicóloga clínica
Una pequeña reflexión para sobrellevar esa situación que muchas veces trasciende el tiempo y el recuerdo.
Cuando una relación termina, el dolor puede ser equivalente al que se experimenta por un duelo a causa del fallecimiento de algún cercano. Y es que definitivamente se está teniendo una pérdida de alguien que se quiere.
El llanto, las ganas de quedarse en cama todo el día, comer litros de helado y salir a planes de descontrol con amigos pueden ser algunas de las acciones que comúnmente se realizan luego de la ruptura de una relación. Sin embargo, ¿realmente es el mejor camino?
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Tener un periodo de luto por esa relación que ya no está es natural, pero hay que hacer un esfuerzo por levantar la vista y darnos cuenta de que no es lo único que compone nuestra vida. Eso podría compararse a cuando vemos un cuadro con una lupa, ahí solo nos estamos fijando en una pequeña parte de lo que compone un todo.
Además de esa relación existen muchas otras áreas que son igualmente importantes: la familia, los amigos, el estudio, el trabajo, la salud, los hobbies… etc. Todos siguen estando presentes aún después de haber terminado con nuestra pareja, y por consiguiente, merecen que les demos un lugar.
Acabamos de perder a una persona con la que seguramente compartíamos cosas valiosas para nosotros, y eso duele bastante, pero ahora tenemos dos opciones: dejar que esa pérdida nos encamine a perder todo lo demás o fortalecer esas otras áreas que para nosotros también son importantes.
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Claramente muchas veces no es algo sencillo de hacer, podemos ver baches en el camino que nos vuelven a recordar esa pérdida y de repente sentimos que es como volver a empezar de cero. No obstante, la vida no se compone de momentos estáticos en el tiempo, sino de procesos. Y este, como muchos otros, es un proceso que se irá haciendo más sencillo conforme pase el tiempo mientras trabajemos en seguir adelante.