Siete consejos para ayudar a un niño o adolescente que hace 'bullying'
Psicóloga clínica
¿Qué puede estar pasando por la mente y las emociones de un acosador? Ellos también necesitan comprensión y ayuda. Señales para detectar qué puede estar pasando.
El 'bullying' o acoso escolar es un conjunto de acciones que se dan de manera repetida por parte de un niño o joven hacia otros. Estos comportamientos tienen como objetivo lastimar y/o humillar a niños más pequeños o que son percibidos como débiles o inferiores por parte del acosador, y pueden manifestarse como agresiones verbales (burlas, apodos, amenazas), físicas (golpes, empujones) o como conductas de exclusión (como no dejarle participar en un juego u otras actividades).
Según algunos estudios que se han realizado para comprender esta conducta, suele presentarse de manera más intensa entre los 11 y los 13 años, el acoso físico suele ser más común en edades más tempranas, mientras que el acoso emocional y relacional suele presentarse más en los adolescentes.
Sabemos que, por lo general, los niños que sufren de 'bullying' tienen algunas características físicas, ser más pequeños o menos fuertes, emocionales, ser más emocionalmente reactivos, menos asertivos, y sociales, no contar con una red de apoyo.
Sabemos también que este tipo de conductas afectan de manera importante a las víctimas que pueden tener secuelas físicas y emocionales importantes a causa del maltrato recibido, por lo que deben ser atendidos a tiempo para evitar desenlaces fatales, como un intento de suicidio. ¿Qué consecuencias tiene el 'bullying' en los niños?
Ahora, además de entender y atender a las víctimas, es importante que intentemos comprender a los niños que se encuentran del otros lado, es decir, a los niños que acosan. Esto no se hace con la intención de excusar su comportamiento, por el contrario, es con el objetivo de comprender qué es lo que los hace actuar de esta manera y generar estrategias que permitan darle un manejo a estas situaciones desde la raíz.
Por esto, lo primero que debemos entender es por qué los niños hacen 'bullying'. Es valioso empezar por decir que no existe una única razón por la cual se haga. Para algunos niños, las conductas de acoso son un mecanismo a través del cual pueden conseguir algo que quieren de otros, entendiendo que no cuentan con habilidades de comunicación asertiva para solicitar de la mejor manera eso que quieren.
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Para otros, es una manera de ganar poder social y ser reconocidos. Es muy importante entender que esto no significa que sean niños malos, y jamás deben ser juzgados como tal, son niños con algunas características socioemocionales que generan dificultad al actuar de forma más pro-social.
Además, es posible ver que muchos de los niños que acosan a otros tienen dificultades para identificar y entender las respuestas emocionales de los demás y, en muchas ocasiones interpretan situaciones neutras como amenazantes, por lo que sienten que deben defenderse utilizando el poder y la fuerza.
Por último, en algunos casos estos niños tienen problemas en su relacionamiento con otros, incluyendo pares y padres.
¿Qué hacer si mi hijo está haciéndole 'bullying' a otros?
En este sentido, es importante estar muy atentos a las señales que indiquen que los niños están siendo acosadores, hablar claramente con ellos e informarles que ese no es un comportamiento que se espera de él o ella y trabajar desde el hogar y el colegio en el fortalecimiento de estrategias de reconocimiento emocional en ellos mismos y en los otros, y en la potencialización de conductas prosociales.
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Otros consejos para tener en cuenta:
- Entiende que el 'bullying' jamás será bueno, así que no debemos normalizarlo.
- Si sabes que tu hijo está acosando a otros niños, habla con él y pídele que te explique lo que está pasando.
- Interésate por escucharlo y entender cómo se siente, es posible que esté pasando por un mal momento y use el acoso como una estrategia para sentirse mejor.
- Dile con claridad qué esperas de él o ella. Si está molestando a otros exprésale que esperas que sea un niño que apoye a los demás niños, no uno que los lastime.
- Guía con el ejemplo. A veces es uno mismo quien tiene actitudes groseras y violentas contra otros, es valioso revisar esto para que los niños no lo reproduzcan.
- Define consecuencias claras. Jamás se debe usar el castigo físico, menos si queremos que los niños no reproduzcan acciones violentas, pero si deben saber que sus actos negativos tienen consecuencias, como la pérdida de beneficios en el hogar.
- Mantén una comunicación abierta y dile que pueden hablar siempre que lo necesiten.
- Monitorea la situación e involúcrate, de esta forma garantizas que no se vuelva a presentar.