Once reflexiones de Shakira sobre el dolor, el amor propio y la fortaleza

Hace unos días la artista colombiana brindó una entrevista al periodista mexicano Enrique Acevedo. En ella expresó varias reflexiones sobre la vida, el amor propio, el dolor, la familia, los hijos y su carrera profesional.

Por primera vez, desde que terminó su relación con Gerard Piqué, Shakira habló para un medio de televisión con el periodista Enrique Acevedo, donde abrió su corazón para contar los momentos difíciles que vivió después de la ruptura y cómo se sintió.

Un proceso de dolor y sanación interno, de amor propio, amor maternal, amor filial, amor a la música y el apoyo que ha recibido de sus seguidores han sido fundamentales para levantarse del piso y volver más fuerte.

“Yo también compraba esa historia de que una mujer necesita a un hombre para completarse”.
“No todos los sueños en la vida se cumplen, pero la vida encuentra una forma de compensarte”.
“Siempre he sido bastante dependiente emocionalmente de los hombres, tengo que confesarlo, he sido una enamorada del amor y creo que esa historieta he logrado entenderla desde otra perspectiva, desde sentir que yo me basto a mí misma, hoy en día, y que cuando una mujer tiene que enfrentar los embalses de la vida, sale fortalecida.
“Esa fortaleza, para que sea verdadera y no una fachada, tiene que ser el resultado de vivir un duelo, de aceptarlo, de tolerar la frustración, de entender que hay cosas en la vida que no salen como uno quiere, que hay sueños que se rompen y que hay que recoger los pedacitos del suelo y volverte a reconstruir”.
“Utilizar mi música como una catarsis, una terapia, mis letras o mis canciones, quizá son la mejor terapia”.
“Hay una cosa que es muy importante y es que no es solo sentir lo que hay que sentir porque después de que experimentas un desamor, una traición, un vacío o lo que sea que estés enfrentando ese momento, hay que sentir lo que hay que sentir, pero también pensar en eso que se siente”.
“Me he dado cuenta de que la amistad no es un fenómeno y que sucede a un nivel individual, uno a uno, sino que también puedes ser amigo de cientos de personas y eso es lo que yo he sentido. Me he sentido realmente apoyada por mi público de una manera que jamás esperé que fueran a ser tan claves para mí, ayudarme a levantar cuando estaba en el piso, cuando estuve en el piso, que estuve un buen rato en el piso; me dieron la fuerza y el valor de levantarme y decir, bueno, estoy lista para el próximo round, que venga la vida y me demuestre qué más hay”.
“Me gusta pensar en lo que falta porque sufro, levemente, del síndrome del impostor, todavía no creo que soy tan capaz como dicen que soy o tan hábil o tan creativa o tan inteligente o tan talentosa, entonces quizá esa pequeña condición me mantiene ahí motivada queriendo descubrir quién soy y lo que puedo dar”.
“La vida, a veces, ha decidido colocarme en posiciones incómodas para poder darme un entendimiento de cómo viven los demás. Siento que he vivido más de una vida, como un gato. He vivido la riqueza, la pobreza, los halagos, la lisonja, la discriminación, el prejuicio. Me ha colocado en diferentes esquinas para cambiar mi punto de vista”.
“El dolor no es más que una emoción, siempre estamos evitando el dolor. El dolor es parte de la vida y está ahí siempre asomando la cara”.
“Lo difícil para el ser humano, cuando toca enfrentarse a situaciones inesperadas que no sabemos cómo vamos a reaccionar, es que no creemos en la propia resiliencia. Yo no sabía que podía llegar a ser fuerte, siempre creí que era más bien frágil y es verdad que tengo un poco de todo, pero a veces hay que tener fe y ser uno mismo”.