Si estás luchando con el impulso de hacerte daño, infórmate sobre cómo detenerlo
Redactor
En el Día Mundial de la Concienciación de la Autolesión se llama la atención sobre las personas que le causan daño físico a su cuerpo porque es la única forma que encuentran para manejar emociones que los agobian y no pueden controlar.
La Sociedad Internacional de Autolesión (SIA) asegura que las personas que tienen esos deseos de lastimarse no tienen que avergonzarse porque están “logrando sobrevivir y mantener una integridad psicológica con la única herramienta” que tienen, pero invita a abandonar esas prácticas porque aunque parezca imposible, sí es posible dejar de hacerlo y “aprender otras formas de calmar el dolor emocional”.
Ese grupo de expertos asegura que existen muchas formas por las que alguien puede causarse heridas, pero que la forma en que se haga “no es tan importante como el reconocer que se hace y el significado que tiene”.
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Por eso invitan a “explorar formas positivas para comprender y manejar sus emociones”, y permitirse darse cuenta que es posible cambiar, manejar el dolor emocional sin lastimarse y ver cómo con el tiempo el sufrimiento disminuye.
Quiero dejar de autolesionare, ¿por dónde empiezo?
La SIA señala que el primer paso es estar seguro de dejar de hacerlo y se necesita tener un compromiso para que el cuerpo deje de tener heridas o cicatrices. Los expertos invitan a preguntarse si ya se está listo para dejar de hacerlo y deshacerse de los elementos que se usan para infringir las heridas.
Luego de eso se recomienda pensar en si se tiene una red de apoyo emocional sólida, alguien con quien hablar sin sentirse incómodo si aparece el deseo de autolesión, tener lugares para visitar, estar seguro de sentirse perturbado o asustado en ocasiones y tener la confianza en sí mismo para dejarlo y darse a sí mismo mucho cariño.
¿Cómo dejar de lastimarme o infringirme daño?
Adicionalmente, se plantean una serie de acciones que se pueden hacer para reemplazar el deseo de autolesión.
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Lo primero, dice la sociedad, es entender cuál es la sensación que se tiene en los momentos previos a causar las heridas y luego buscar las alternativas. Estos son los consejos:
Al sentirse enojado, frustrado o desesperado, haz algo físico y violento:
- Aplasta latas de aluminio lo más rápido que puedas.
- Truena una botella de plástico vacía.
- Avienta hielos para que se desbaraten.
- Grita lo más fuerte que puedas.
- Deshaz una camiseta vieja.
- Haz 50 sentadillas.
Al sentirse o deprimido:
- Úntate una crema o loción en las partes del cuerpo que te quieres dañar.
- Acurrúcate entre almohadas con un chocolate caliente.
- Tómate un baño de agua caliente con burbujas.
- Haz algo lento y acogedor.
- Escucha música suave.
Al sentirse desconectado, despersonalizado:
- Apachurra con muchas ganas hielo (realmente sí duele).
- Mete uno o varios dedos en comida congelada (o helado) por un minuto.
- Úntate debajo de la nariz un ungüento con olor fuerte y penetrante.
- Ponte una liga alrededor de la muñeca, estírala y suéltala.
- Toma una ducha bien fría.
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Al sentirse disperso:
- Haz una actividad que requiera concentración, y que sea divertido.
- Juega un juego de computadora: tetris, minas, carta blanca.
- Agarra un manojo de pasitas y cómete cada una poniendo mucha atención en cómo se siente en tu mano, en su olor, la sensación en tus labios, en tu lengua y mastícala lentamente.
Al sentir la necesidad de ver sangre o marcas:
- Píntate con un plumón rojo en los lugares donde te quieres cortar.
- Toma una botellita con colorante comestible de color rojo. Caliéntalo dentro de una taza de agua caliente por unos cuantos minutos. Destápalo y utiliza la botellita como si fuera cuchillo, para que vaya saliendo el líquido rojo y calientito.
- Toma hielo y coloréalo con cinco o seis gotas del mismo líquido rojo. Agarra el hielo y utilízalo como si fuera un cuchillo.
¿Qué puede hacer la familia de alguien que se autolesiona? La SIA responde:
-
No evitar el tema de la autolesión.
- Comenzar un acercamiento de forma activa.
- Mostrarse disponible al diálogo.
- Establecer límites razonables.
- Dejar claro con la actitud que la persona no tiene que autolesionarse para conseguir que se le demuestre amor y preocupación.
- Proporcionarle distracciones de ser necesario.
- Si no se convive con esa persona, se le puede ofrecer un espacio físico seguro.
- No preguntar “¿hay algo que pueda hacer?” sino buscar cosas que se puedan hacer y preguntar “¿puedo?”.