Guía básica de tipos de terapia (parte XI): otras terapias

Técnicas de relajación

Más que un tipo de terapia específica es una práctica que puede ser útil a la hora de gestionar emociones y de regular parte de los comportamientos fisiológicos del organismo. Las técnicas de relajación son numerosas e inciden en la conducta de los pacientes de manera versátil y amplia. Esta práctica ayuda en el entrenamiento comportamental que puede ayudar a tratar problemas como los trastornos por ansiedad, fobias, dolores crónicos, entre otros. Así mismo, tiene aplicaciones en el manejo de condiciones como el estrés laboral o la resolución de conflictos.

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Biofeedback

Esta es una herramienta para la terapia psicológica, más que una terapia propiamente dicha. Es un recurso frecuentemente usado en relación con distintos problemas psicológicos y afectivos. El elemento central de la terapia es el de promover la conciencia el paciente, en tiempo real, de los posibles procesos psíquicos o fisiológicos que ocurren en él. De esta manera, se busca construir una dinámica perceptiva-reactiva, que facilite al paciente reajustar su conducta a una más deseable. Este tipo de terapia ha sido practicada especialmente en casos de manejo del dolor crónico, insomnio e, incluso, ciertos tipos de fobia.

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Terapia de la memoria

Este tipo de terapia suele usarse en casos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, puesto que permite ayudar con el aceleramiento de los síntomas. La idea de esta terapia es ayudar a conservar los vínculos mentales y a estimular aspectos del ejercicio sináptico como el lenguaje o la identidad. Esta terapia también se ha utilizado para tratar algunos tipos de demencia. 

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