¿Los diferentes tipos de trastornos de ansiedad comparten la misma sintomatología?
Psicóloga clínica
Una de nuestras psicólogas explica la relación de los síntomas físicos, cognitivos y de la conducta en una persona con un trastorno de ansiedad.
De acuerdo con los manuales estadísticos y diagnósticos, es decir, aquellos manuales desarrollados por organizaciones dedicadas a la salud como la Asociación de Psiquiatría Americana (APA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la definición de los diferentes trastornos de ansiedad, cada uno con sus particularidades, es posible encontrar diferentes síntomas transversales que se presentan en todos.
Ahora, es posible que te preguntes ¿esto por qué es importante? Muy sencillo, comprenderlo nos permite tener mayor claridad sobre cómo funcionan los diferentes trastornos de ansiedad y, así generar estrategias terapéuticas que ayuden a las personas a entender mejor su propia ansiedad y darle manejo.
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Por esto, hoy queremos explicarte algunos de los síntomas más comunes de la ansiedad, de manera que inicies tu propio proceso de reconocimiento de aquellos que estén más presentes en tu caso.
Síntomas físicos:
Para nadie es un secreto que la ansiedad viene acompañada de una serie de síntomas que se evidencian en el cuerpo. Si tú, o alguien que conoces los ha sentido, tienes la claridad de que los episodios de ansiedad vienen acompañados de síntomas como la dificultad para respirar, el dolor en el pecho, tensión muscular muy fuerte en cuello, espalda, piernas u otros lugares, sensaciones de malestar estomacal, sensación de adormecimiento en algunas partes y ritmo cardíaco acelerado, entre otros.
¿Qué es importante acá? El hecho de que sin importar qué tipo de ansiedad padezca una persona, generalmente reporta los mismos síntomas y; además, el hecho de que, por lo general, las personas que presentan algún trastorno de ansiedad suelen ser mucho más sensibles a esos síntomas físicos. Y, justo es eso en lo que nos debemos centrar en este caso, en el hecho de que cuando alguien vive la ansiedad como un trastorno, suele ser mucho más sensible a los pequeños cambios físicos de su cuerpo y, por esto mismo, es más propenso a sentir ansiedad, pues cualquier pequeña señal es de alerta.
Síntomas cognitivos:
Cuando hablamos de síntomas cognitivos, nos referimos a los procesos de pensamiento asociados a la ansiedad y aquí, nuevamente, más allá del diagnóstico específico que pueda tener alguien, lo que encontramos es que existen algunos estilos de pensamiento muy comunes que atraviesan los diferentes diagnósticos.
El primero, viene justo de la mano con la sensibilidad a las respuestas emocionales, y está en centrar toda mi atención en el cuerpo y sus cambios. Esto favorece a que se noten más fácilmente y a promover que todo el tiempo se estén monitoreando, logrando que cualquier cambio pequeño genere un malestar mayor.
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De manera más general, lo que se ve en los diferentes tipos de ansiedad es que las personas construyen valoraciones de algunas cosas o situaciones como más peligrosas de los que realmente son. En el primer ejemplo hablábamos de la atención específica sobre los síntomas físicos, pero en general esto es algo que ocurre con otros elementos, la persona todo el tiempo tiene su atención fijada sobre situaciones particulares que entiende como peligrosas en un intento de anticipar el peligro que cree que viene con dicha situación, que identifica como algo altamente peligroso.
Síntomas de la conducta
Por último, ya vimos que dentro de los procesos de pensamientos asociados a la ansiedad existe esta tendencia de pensar que algunas cosas son más peligrosas de lo que realmente son, bueno, de la mano con esto se presenta la tendencia de desarrollar patrones de conductas que buscan justamente tener bajo control aquellas cosas o situaciones que se identifican como peligrosas.
Así, la persona empieza a cambiar la manera en la que actúa en su día a día para buscar mantener bajo control el malestar y desarrolla lo que conocemos como patrones evitativos. Esto significa que la persona busca como sea, evitar aquellas situaciones que le generan malestar, lo que la lleva a hacer cambios importantes en la forma como se comporta, las actividades que realiza y la manera como se relaciona con otros.
Si bien en principio la persona identifica una reducción del malestar cuando se aleja de estas situaciones u objetos, la realidad es que empiezan a generar una disminución en su capacidad de tolerarlo, lo que conlleva a que la ansiedad sea cada vez más difícil de manejar.
Todo esto nos demuestra que existen muchas similitudes entre los diferentes trastornos de ansiedad y que, si entendemos cómo funciona la ansiedad en nuestro caso, podemos empezar a trabajarla para que no sea ella la que controle nuestra vida.
Pequeñas acciones, como intentar no estar todo el tiempo vigilando el cuerpo o no dejar de hacer las cosas que nos atemorizan, pueden ser grandes pasos para manejarla y, si necesitas ayuda, siempre puedes comunicarte con uno de nuestros profesionales, quienes te ayudarán cada vez que lo necesites.