Qué es la paranoia y cómo afecta la vida de quienes la padecen
La paranoia es una enfermedad mental que se caracteriza por la aparición de ideas fijas, obsesivas y absurdas, basadas en hechos falsos o infundados.
La paranoia no quiere decir, sin embargo, que el paciente pierda su personalidad o la conciencia. Es una condición en la que tampoco se presentan alucinaciones, de ahí que detectarla no siempre sea tan fácil o evidente.
Los hechos infundados o irreales que infunden miedo en un paranoico tiene que ver, con bastante frecuencia, con una sensación de que alguien lo busca para hacerle daño.
Esa pérdida de confianza en los demás hace que la persona que sufre de paranoia pierda su capacidad de socializar o involucrarse en una relación sentimental.
Según el portal de psicología Better Health, estos son algunos de los síntomas que presenta una persona con paranoia:
- Se ofende con facilidad.
- Hay dificultad en confiar en los demás.
- No tolera ningún tipo de crítica.
- Piensa que los comentarios de los demás están destinados a causarle daño.
- Siempre está a la defensiva.
- Es, en términos generales, hostil, agresivo y argumentativo.
- Tiene dificultad para comprometerse.
- No le es fácil olvidar o perdonar.
- Tiende a pensar que los demás hablan a sus espaldas.
- Es en extremo suspicaz y piensa que todos lo quieren engañar.
- Se le dificulta entablar relaciones con personas nuevas.
- Considera el mundo como un sitio de constantes peligros.
- Se siente perseguido por todo el mundo.
- Cree en teorías conspirativas sin fundamento, como que una pandemia como la del coronavirus pertenece a un nuevo orden mundial y que hay personas detrás de ello.
El portal especializado señala que existen tres tipos de paranoia:
- Paranoia como un desorden de la personalidad
- Paranoia delirante
- Paranoia esquizofrénica
La primera es considerada un desorden de la personalidad, va a aumentando en intensidad hasta convertirse en un desorden alucinatorio y, luego, en esquizofrenia paranoide.
Las causas no son claras, pero podrían deberse a la química del cerebro, genética, eventos traumáticos en la vida del paciente, reacción al estrés y una combinación de todos los factores mencionados.
La paranoia por lo general se trata con terapia o medicamentos, luego de su diagnóstico por un profesional, y en algunos casos severos puede requerir hospitalización.