¿Una persona con trastorno afectivo bipolar siempre está en manía o depresión?

Existen el estado llamado neutro o eutimia que son los momentos de estabilidad en una persona que vive con este trastorno, así que no siempre va a estar en crisis, ya sea, manía o depresión.

Partamos del principio de que todos fluctuamos, una persona nunca se va a dormir con el mismo estado de ánimo con el que se levantó, puede que sea similar, incluso, que sea la “normalidad” del promedio de la población y que a lo largo del día las fluctuaciones sean mínimas.

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Así que puede resultar normal decir: “hoy me puse un poco ansioso porque tenía este Live y quería responder las preguntas de manera asertiva y adecuada”, pero si ahora recibo una llamada con alguna circunstancia específica que pueda molestarme, es normal, es decir, esto obedece no solo a las circunstancias ambientales, a lo que nos pase en el día a día, también hay muchos factores físicos, orgánicos, hormonales y metabólicos que hacen que fluctúe el estado del ánimo.

Sin embargo, la persona con trastorno bipolar va a fluctuar mucho más hacia la manía, la depresión o la hipomanía, fuera de un rango “de normalidad” y esto va a determinar un poco lo que es precisamente este trastorno.

Ahora, la idea es que gracias al tratamiento y acompañamiento psicológico específico tenga periodos asintomáticos y pueda estar en un estado de ánimo neutro sin que eso signifique que no tiene una enfermedad bipolar y que siempre tenga que estar fluctuando. 

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Eso también es lo que buscamos los especialistas, a través de un adecuado tratamiento terapéutico y farmacológico, garantizar que la persona esté la mayor cantidad de tiempo posible en ese momento neutro en el que va a tener emociones y fluctuaciones, pero dentro de rangos mucho más funcionales, es decir, que le permitan llevar a cabo las actividades diarias, vincularse adecuadamente con las personas de su entorno, responder bien frente a las diferentes exigencias que trae el día a día y espaciar mucho esos momentos en los que se puede tener una crisis, ya sea maníaca o depresiva.

Recordemos que cuando hablamos de depresión no es solo estar triste, para poder llegar a decir que una persona tiene un trastorno bipolar es importante definir cómo son sus fluctuaciones porque el estar triste no es una depresión. La depresión es una situación médica en la cual tenemos un conjunto de signos y síntomas que se componen de:

• Problemas en el sueño, en su mayoría insomnio o en muy contados casos la hipersomnia, dormir demasiado.
• Alteraciones en el apetito, que en su mayoría son la hiporexia o tener bajo apetito y en pocos casos la hiperfagia, es decir, comer de más.
• Estado de ánimo que sea predominantemente negativo o bajito.
• Llanto fácil.
• Muchas cogniciones.
• Muchas ideas de desesperanza.
• Minusvalía, sentir que no vale la pena.
• No ver un futuro o una salida.
• Sentimiento de condena y culpa.

Todas estas señales conforman un cuadro sintomático que puede durar dos semanas, por el contrario de una tristeza que dure solo dos horas. 

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Es importante también tener en cuenta que decir que una persona exaltada o muy contenta tampoco está maníaca por el simple hecho de estar alegre o tener un cambio hacia arriba de ánimo. Una persona con episodio maníaco o hipomaníaco también puede:

• Tener alteraciones para dormir, pero no en que no pueda quedarse dormido, sino que no necesita dormir, tiene como un motor, mucha energía.
• Hacer y planear cosas.
• Tener sensaciones de que es lo máximo, que es una persona grandiosa y que puede lograrlo todo, un pensamiento muy en oposición a cuando está en depresión.
• Sentir que todo va a estar bien, que puede hacer varios proyectos y muchísimas cosas.
• Sentir que todo lo va a sacar adelante.
• Hablar y pensar rapidísimo.

En este punto, cuando entendemos que no es estar alegre o triste, podemos pensar que, precisamente, la persona con trastorno bipolar requiere de un acompañamiento, un tratamiento en específico para autoconocerse y entender qué es lo que le está pasando, qué es lo que le dispara un episodio y, de esta forma, estar libre de síntomas durante mucho tiempo. Conozco casos que han durado 5, 6, 7 u 8 años completamente asintomáticos porque hacen el tratamiento que le deja el psiquiatra, van a su terapia por psicología y cuando terminan se mantienen en un seguimiento de vigilancia, saben qué cosas pueden hacer, si pueden trasnochar, si pueden tomar o si pueden hacer uso de sustancias psicoactivas, por ejemplo.

La persona debe aprender a manejar este trastorno y vivir una vida funcional. No es una persona discapacitada mental o loco/loca.

¿Cómo es vivir con bipolaridad? Aquí te lo contamos: