Creo nuevos hábitos y otros consejos para las consecuencias de la falta de interacción social

En una sociedad como la nuestra, en la que sentir al otro a través de un abrazo, beso, una caricia o una cogida de mano es tan importante, el gran reto fue reinventarnos la manera en la que nos relacionamos con los demás. Aprendimos a apreciar más el tiempo y la compañía del otro, a vernos menos y a usar la tecnología para hablar con los nuestros a través de una llamada, una videollamada o un WhatsApp. “Somos series sociales, nuestro cuerpo se activa a través del tacto. Desde la juventud, cuando ya tenemos consciencia de la realidad, la interacción social es básica. Queremos sentirnos incluidos en un grupo, porque nos da una sensación de seguridad”, explica Antonio Ruiz, asesor en Neurociencia Aplicada e Integración Biotecnológica a ABC Bienestar.

Por esa razón muchos de nosotros hemos buscado la manera de involucrarnos en algún grupo familiar o de amistad, incluso hemos vuelto a contactarnos con compañeros del colegio o la universidad con el fin de estar en comunicación con alguien. “El 99.99% de la población quiere tener compañía. Si de vez en cuando queremos estar solos, eso no quiere decir que no seamos sociales”, comenta Ruiz.

Sin embargo, no podemos confundirnos. Aunque la tecnología ha hecho parte fundamental de la interacción social, no la sustituye. “Las relaciones virtuales no son iguales: no se siente el dolor, o el amor de la misma manera. Aunque crean relaciones cercanas, no es lo mismo”, afirma el experto, quien también destaca que muchas personas, en especial los más jóvenes pueden crear una dependencia o adicción a las relaciones virtuales y, además, creer que un like sustituye algo real.

A pesar de que en el aislamiento inteligente muchos han podido frecuentarse con algún ser querido, y otros tomaron la decisión de no salir todavía de casa, las siguientes recomendaciones para evitar las consecuencias negativas de la falta de interacción social son útiles en cualquier momento:

- Mantén hábitos saludables: “Si en un día normal tú te levantabas, te duchabas, maquillabas e ibas a trabajar, aunque estés en casa tienes que seguir haciéndolo. Esto da a nuestro cerebro seguridad”.

- Céntrate en la información oficial y en la que puedas controlar con el fin de no incrementar la incertidumbre en la que seguimos.

- Empatiza con quienes convives y con todo el mundo. Así que expresa lo que sientes y entiende lo que los demás sientes. “Hay que empatizar mucho: no es sencillo convivir tanto tiempo”.

- Encuentra momentos de calma y paz, ten nuevos hábitos como caminar, leer, ejercitarte.

- Aprende de la tecnología, pero no crees una dependencia.