¿Cómo reducir el estigma y comprender a las personas que presentan intentos de suicidio?
Psicóloga clínica
Se estima que en 2019, 97.339 personas murieron por suicidio solamente en la Región de las Américas y posiblemente 20 veces más personas cometieron un intento. Seis consejos para detener el estigma.
Los suicidios y los intentos de suicidio son una problemática muy importante para la salud pública, no solo por las vidas que se pierden y las consecuencias que llegan después de un intento para la persona que lo intentó, sino para sus familias y su red de apoyo más cercana, así como para otros miembros de la comunidad.
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Desafortunadamente, a pesar de ser algo que se presenta de manera tan frecuente, aun es un tema rodeado de estigma y sobre el cual se asume mucho, pero se habla poco. Hoy queremos hablar un poco más sobre esto, justamente porque para lograr prevenir y disminuir las cifras de suicidio, es importante también poder disminuir el prejuicio que hay alrededor de estas conductas, buscando comprender mejor lo que ocurre en el mundo interno de las personas que ven esta como la única solución.
Así, vamos a empezar por comprender realmente qué es el estigma; de manera general, cuando hablamos de estigma hablamos de darle a algo una cualidad negativa o vergonzosa, esto nos habla mucho sobre la manera como suele verse y abordarse el suicidio, como algo que debe ser negado y escondido. Por desgracia, muchas veces lleva a cerrar las posibilidades de recibir acompañamiento y/o tratamiento luego de un intento, aumentando la posibilidad de un siguiente intento, lo que posiblemente lleve a un desenlace fatal.
A su vez, esta visión negativa, genera la construcción de un sistema social que construye actitudes prejuiciosas y conductas de discriminación. Muchas veces este tipo de conductas limitan las posibilidades que pueden tener los sobrevivientes de un intento para reconstruir su vida después de; esto tiene un impacto directo sobre el proceso de recuperación, pues una de las principales recomendaciones de tratamiento es la posibilidad de reintegrarse en actividades laborales, académicas y de ocio.
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Por último, el juicio social y el estigma, puede generar un efecto en la autopercepción de las personas, llevándolas a desarrollar auto-estigma. En este fenómeno, la misma persona que vive con alguna condición de salud mental, genera creencias alrededor de cómo esta condición reduce su propio valor y como merece menos que otras personas; lo que puede llevar a la persona a disminuir su motivación para vivir y aumentar los motivos por los cuales tiene sentido acabar con su vida.
Cualquier a que sea la forma de estigma, la realidad es que estos pensamientos y conductas son altamente peligrosos, pues aumentan el aislamiento social, desmoralizan a las personas, aumentan la desesperanza e impiden el acceso a tratamientos efectivos para las personas que lo necesitan.
Por este motivo, hoy queremos invitarte a empezar a eliminar el estigma alrededor del suicidio. Sabemos que no es una tarea fácil, pero vamos a dejar algunas recomendaciones sobre lo que todos podemos hacer en pro de esto.
- Conoce más sobre el tema. Solemos pensar que quien recurre a un intento de suicidio es “débil” o “no quiere intentarlo”, pero la realidad es que las personas que presentan conductas suicidas llevan procesos muy dolorosos.
- Procura ser más consciente de tus propios sesgos y comportamientos de discriminación para empezar a cambiarlos.
- Ten cuidado con tus palabras. Sabemos que nunca tienes mala intención, pero es fundamental cuidar siempre la manera como hablamos con personas que están pasando por un momento emocionalmente difícil. Es muy importante no juzgarlas a través de nuestras palabras y buscar siempre usar un lenguaje validante.
- Comparte lo que aprendes con otros. Si tú ya empezaste tu camino de educación alrededor de la salud mental y el suicidio, puedes también ayudar a que otras personas conozcan del tema.
- Brinda apoyo. Si conoces a alguien que pueda estar pasando por un momento así, déjale saber que estás ahí para acompañarle y ayudarle.
- No cierres puertas. Muchas veces las personas que pasan por una crisis de suicidio o las familias de personas que han fallecido por esta causa pueden sentirse alejadas y juzgadas, es importante que sepan que no deben sentir culpa o vergüenza por lo que ocurrió, por el contrario, es valioso hacerles saber que sin importar que haya pasado, pueden seguir adelante.
Y, por último, si tu o alguien que conoces está pasando por un momento así, está bien levantar la mano y pedir ayuda. Llámanos o escríbenos al 3330333588.
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